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ESTILOS DE LIDERAZGO:
Para lograr el cambio en la cultura de
la organización es necesario que el empresario comprenda su importancia y
lidere el proceso, comprometiendo a todos los integrantes de la empresa.
La actitud personal del empresario
PyME es determinante en la implementación con éxito de la calidad total. El
estilo de liderazgo es el factor central en este proceso.
El
liderazgo y la autoridad no son sinónimos y menos aún en un mundo en constante
evolución. Las estructuras, valores, procesos y sistemas de una organización se
modifican constantemente, por ello, lo que se requiere es liderazgo y no
solamente autoridad.
El
líder debe lograr que todos los integrantes de la organización comprendan cual
es la visión y colaboren en su concreción.
Un
líder para estos tiempos no debe ser un protector sino un guía que ayude a
superar las dificultades, motivando al personal.
La capacidad de manejo es, básicamente, el proceso de mantener el sistema existente de las
empresas funcionando de manera eficiente, de acuerdo a parámetros de calidad en
los productos o servicios, ajustando la asignación de recursos a los
presupuestos y cumpliendo con las metas de rentabilidad.
El liderazgo es un proceso que en primer
lugar crea esa organización o sistema, para luego, actualizarlo permanentemente
y aprovechar las condiciones cambiantes del mercado y la economía.
De
manera tal que la capacidad de manejo es un proceso que suele estar asociado
con temas tales como: planeamiento, presupuestos, organización, personal,
control y resolución de problemas.
El
proceso de liderazgo tiende a estar asociado con establecer la dirección de una
organización, crear una visión del futuro, ayudar a alinear a los empleados y a
otras personas importantes a través de esa visión, capacitarlos para que esta
visión se vuelva real a pesar de los obstáculos.
“El
liderazgo, entonces, necesita siempre de una visión.”
Es necesario comprender las variables
fundamentales del contexto en el cual se desarrolla la organización. Es difícil
tener una visión para una empresa, si no se conoce que pasa en el mercado en un
ambiente competitivo.
Tan
importante como el aspecto anterior, es la necesidad de diagnosticar que está
pasando en el interior de la propia organización, cuáles son sus puntos fuertes
y cuáles los débiles.
La manera de enfrentar y resolver la
problemática planteada ofrece matices que nos permiten distinguir diferentes
tipos o “estilos de liderazgo”.
Para abordar este tema decidí seguir
el pensamiento vertido en la obra de los autores Milkovich y Bordeau2, quienes sostienen que la cultura de
una organización es el resultado de las acciones emanadas de la dirección de la
organización. Por lo tanto el estilo de dirección es fundamental en el
delineamiento de los valores culturales y la estrategia de la organización.
Si se tiene en cuenta el estilo en la
toma de decisiones los líderes pueden clasificarse en:
1. Autoritario:
El
líder toma todas la decisiones y distribuye las tareas a los subordinados.
2. Democrático:
Es
un líder que comparte la autoridad, motiva la participación y permite a los
subordinados insertarse en el proceso de toma de decisiones.
3. Laissez-faire:
Es
un líder que evita casi siempre tomar decisiones, dejando librado a los
subordinados esa tarea sin realizar ningún tipo de supervisión.
En
la práctica nos encontramos con situaciones intermedias, pero que no invalidan
esta agrupación.
2 MILKOVICH,
George T. y BORDEAU, John W., Dirección
y Administración de Recursos Humanos, Un enfoque estratégico, Mc Graw
Hill, Méjico, 1997.
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