lunes, 27 de julio de 2015

Curia: "No creo que este año haya mucho margen operativo para las pymes"

Cronista.com
EDICIÓN IMPRESA 
El economista analiza cómo impactan los vaivenes de la macro argentina sobre el desempeño de las pequeñas y medianas empresas locales y prevé un segundo semestre en el que mandará el ‘wait & see’. Los desafíos para las economías regionales.


El octavo mes del año está a punto de hacer su aparición y el país ingresará en un espiral de propagandas y comicios que resultarán en un nuevo presidente. Pero el tiempo que separa el presente de la asunción del ganador, el 10 de diciembre, puede significar una eternidad para las pymes. El economista Eduardo Luis Curia, presidente del Centro de Análisis Social y Económico, en diálogo con El Cronista, repasa lo que le depara a las pymes en los próximos meses.

- ¿Cómo llegan las pymes a la segunda mitad del año?
El mundo pyme viene bastante estresado tanto por un contexto difícil a nivel mundial como por la política económica local que, en los últimos años, deja bastante que desear. La situación macro está desquiciada tanto por los precios relativos como el retraso cambiario pronunciado y con tendencia a acentuarse, están incrustados en la macroeconomía. Para una pyme que necesita importar los costos son altísimos.

- ¿Cuáles son los sectores que más sufren este estrés?
Las economías regionales son las que más sufrieron porque se perdió capacidad exportadora. La industria vitivinícola pasa por una etapa difícil. Está muy inhibida en recursos como corchos, barricas de madera y botellas de vidrio, que deben importarse. El sector del valle de Río Negro sufrió la pérdida de competitividad en el negocio de frutas. El panorama lechero, más allá que no es una economía regional, tampoco la pasa bien, con retraso a los precios que recibe el productor. El negocio de las aceitunas y olivas es otro. Y podríamos seguir.

- ¿Esto se explica solo por la falta de competitividad?
También, hay falta de rentabilidad y se observa más en el ámbito de los transables. La situación económica en general es de estanflación con una promesa condicional, que con lo que llamo el ‘Plan Verano’ (por el Ahora 12), a partir de los últimos meses del año pasado, habría cierta flexibilización. Algunas pymes lograron aminorar la caída y encontraron cierto piso.

- ¿Qué les depara a las pymes de cara al segundo semestre?
A partir de las paritarias y el aguinaldo, puede darse una situación de rentabilidad complicada pero cierto alivio desde el lado de la demanda. La doble faz de las paritarias, donde a pesar de que puede darse una mejorara en los niveles de consumo, también eleva los costos salariales, y es una de las cosas que más está pegando en las pymes, que a su vez sufren un mayor impacto que las grandes empresas. A su vez, está subordinado a que no crezcan las presiones de portafolio de cierta magnitud, es decir, modificaciones en el tipo de cambio significativas con brechas crecientes, eso puede embadurnar las expectativas de las pymes.

- ¿Es un momento para invertir o parar y ver qué pasa?
No creo que haya mucho margen operativo para las pymes, solo si obtienen algún crédito con menores tasas, pero los bancos dicen que es difícil cumplir los cupos. Creo que mantendrán una actitud expectante, porque no creo que cambie el rumbo en el resto del año, excepto, por cierta recuperación por el lado de la demanda.

- ¿Qué clima percibe a través de su contacto con el sector?
Hay como un tapón en el cual no se ve salida, entonces el estado de ánimo que percibo a partir de mi participación de las distintas cámaras, es una mezcla de desánimo y gran incertidumbre.
F.S.

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